Proceso de tratamiento mediante el cual la pieza de acero obtiene la máxima dureza. Se realiza calentando la pieza hasta la fase austenita, y posteriormente, enfriando rápidamente hasta temperatura ambiente.
La composición química del metal influye notablemente en los resultados de endurecimiento, por lo que son utilizados varios métodos de enfriamiento; soplo de aire, aceites, polímeros, agua o nitrógeno. Los aceros inoxidables deben ser templados desde altas temperaturas, esto los hace todavía más resistentes a la corrosión y maquinables.